Probemos un experimento mental:
Piensa en un equipo que estés entrenando, o parte de ti mismo. ¿Qué hace de este equipo un equipo? Sus miembros, el lugar en el que trabajas, las herramientas que usas para conectarte, los clientes a los que sirves. ¿Cómo se ve eso?
Es fácil pensar en un equipo como un sistema dentro de sus propios límites.
Límite que separa a los miembros del equipo de los que no son miembros del equipo. Como si el Equipo fuera una entidad viva, que respira y autónoma que podemos contener en nuestras sesiones de coaching.
Antes de comenzar a interactuar e intervenir en un equipo, debemos pensar en nuestra propia mentalidad y creencias en torno al equipo. Cada equipo está formado por unas pocas personas que “pertenecen” allí. Estos miembros no están atrapados, van y vienen. Los miembros también tienen una historia con y fuera del equipo, impedimentos, alianzas y su propio sistema que aportan al equipo, todos los días. Es demasiado simplista decir que el equipo es un sistema y eso es lo que entrenamos. Los entrenadores sistémicos reales sentirán curiosidad por cada relación posible que esté conectada con las personas que componen el equipo, porque de alguna manera son parte del sistema que hace que el equipo haga lo que hace.
Necesitamos seleccionar en qué parte de un sistema queremos enfocarnos, luego crear un contenedor para que esta parte de la relación crezca más allá de la realidad actual y la entrene hacia adelante, permitiendo que las relaciones florezcan, crezcan más allá del equipo e inicien un efecto dominó en todos los sistemas que se conectan con el equipo en el trabajo.
“En esencia, el coaching sistémico tiene que ver tanto con la mejora continua como con nuestro marco ágil favorito”
El pensamiento sistémico y el coaching sistémico son dos disciplinas muy diferentes que trabajan con la misma materia prima: las relaciones. Las relaciones entre las personas, entre las personas y las cosas (como un producto, un servicio, un rol o una historia), y la relación entre las cosas. Todas estas relaciones interactúan e influyen entre sí constantemente. No es algo estático que podamos observar, registrar y archivar.
Entonces, ahora piensa de nuevo en ese equipo, ¿cómo se ve ahora?
- ¿Cómo sería centrarse en una relación dentro del equipo, cuáles son sus características distintivas? ¿Qué no pertenece a la relación?
- ¿Puedes ver si puedes encontrar que la relación en sí tiene partes que podemos definir (solo ocurre en el trabajo, la historia de la relación, las conexiones y las luchas de poder dentro de la relación)?
- ¿Qué traería si descubrimos que esa relación en sí misma es parte de algo más grande (el equipo, el círculo de liderazgo, el equipo de fútbol de la organización?)
- ¿La relación está relacionada con otra relación? ¿Alguna relación depende de ella para prosperar?
- ¿Qué pasaría si cambiamos nuestra posición y miramos la relación desde un ángulo diferente, el ojo de otra persona, incluso la perspectiva del tiempo?
El pensamiento sistémico le permite desenredar el caos aparente (hasta cierto punto, por supuesto) del sistema.
¿Qué pasaría si usted, como entrenador, comenzara a centrarse en el sistema (s) en lugar de en las personas que habitan el sistema?
El coaching sistémico trabaja con y al servicio de los conocimientos adquiridos por el pensamiento sistémico, con el objetivo de mejorar las relaciones que sostienen el sistema, para que el sistema pueda prosperar, crecer y mejorar. Las personas en él construyen su sistema con intención, con aspiración y le permiten comenzar gradualmente a autoorganizarse en un equipo saludable, que sigue un conjunto de reglas simples y poderosas, para alcanzar sus objetivos, tal como lo hace cualquier otro sistema “natural”.
Con esto en mente, podríamos llamarlo Coaching de equipos 2.0, ya que nos ayuda a los entrenadores a mirar más allá de los límites imaginarios de un equipo, para crear conciencia de lo que se necesita, falta o está demasiado presente para que las relaciones florezcan.
Si el coaching sistémico es “coaching de equipos sin fronteras”, ¿qué pregunta quieres hacerle al sistema que estás entrenando?
Cursos de Coaching Sistémico
Hay muchos marcos y clases de coaching sistémico diferentes por ahí, y habiendo seguido algunos, y leído otros, admitiré que en cada uno de los enfoques hay méritos y herramientas de coaching interesantes que se pueden encontrar. También reconozco que muchas partes de las clases de capacitación y certificación usan términos y nombres para sus herramientas que a veces me confunden. ¡Como si estuvieran diseñados para hacernos sentir que no podemos ser un buen entrenador sistémico sin abrazar ‘Meta Skills’ adhiriéndose a las ideas espirituales y taoístas o incluso entendiendo la Física Cuántica!
Es con este deseo que hoy estamos construyendo un curso altamente práctico que le enseñará los principios básicos del coaching sistémico, sus principios, herramientas y competencias; sin el alboroto, la pelusa y el misterio.
¡Les haré saber cuando estemos listos para el piloto, para que todos puedan dar sus comentarios e ideas!
Bien
Natascha